Imagínate que tienes más sueño de lo normal, te falta la
respiración cuando subes escaleras y no tienes apetito. Ante estos síntomas y
la sospecha de que sufras anemia, tu médico te hará una analítica más o menos
completa. El resultado, en caso de ser positivo (niveles bajos de hemoglobina
y/o hematocrito), hará que te realicen más pruebas para determinar qué tipo de anemia tienes, es decir, cual es
la causa y de este modo, aplicar el
tratamiento más efectivo. Algunas se tratan con la administración de
hierro, pero no todas. Es más, en
algunos casos, puede ser peligroso
tomarlo.
Si lo que te ocurre es que te duele la zona lumbar, te harán
una radiografía o las pruebas diagnósticas que sean necesarias para averiguar
la razón de ese dolor, y en función de los resultados te darán fármacos, te
aconsejarán ejercicios de rehabilitación o cirugía, o todo a la vez.
Ahora bien, ¿qué ocurre si el problema es que has ido
acumulando grasa hasta llegar a niveles preocupantes para tu salud?. Puede que te digan que eres obeso/a, del
mismo modo que te pueden decir que tienes anemia o una hernia discal….pero NADA
QUE VER… ¿por qué?.
¿Sabes qué ha causado la acumulación de grasa?, y no me digas
que estás pensando en lo evidente: engordo porque como más de lo que debo,
porque entonces podemos formular la siguiente pregunta: ¿por qué comes más de
lo que debes?. Y si comes poco….¿cuál es
la explicación?.
Hasta ahora solo podíamos responder parcialmente a esta
cuestión, pero cada vez es más relevante lo que la genética puede hacer para conocer
la causa del sobrepeso y lo más importante, su tratamiento.
La genética complementada con otras ciencias ofrece herramientas muy potentes para tratar el
sobrepeso, y de entre ellas destaca la Nutrigenómica. Gracias a ella, aunque es
una ciencia muy joven, podemos responder a preguntas como ¿Por qué como más de
lo que debo?¿Por qué no me gusta la verdura?¿Es importante la hora a la que
como?¿Debo hacer una dieta pobre en hidratos de carbono o en grasas? ¿Voy a
recuperar el peso después de adelgazar?¿Cómo lo puedo evitar?....
Lo de pasar hambre, hacer dietas milagrosas y peligrosas o tirar
el dinero en múltiples métodos adelgazantes, está llegando a su fin y dando paso
a tratamientos personalizados basados en estudios científicos como se hace con
otras patologías como las nombradas en las primeras líneas de este texto.
Mi recomendación: No te sometas a programas de adelgazamiento que no te prescribiría tu endocrino.
Para saber más: La nueva ciencia del bienestar. Nutrigenómica, libro del profesor José Mª Ordovás.