lunes, 14 de agosto de 2017

¿PODEMOS EVITAR LOS ICTUS Y LOS INFARTOS?. Parte I.

  
 Hace unas semanas impartí una charla sobre alimentación y riesgo cardiovascular y dado que algunas personas interesadas en el tema no pudieron oírla, intentaré hacer un resumen que aparecerá en el blog en varias entregas. Seguramente añadiré algún dato o comentario nuevo.

PARTE I: Las cifras.

 En España, cerca de 100.000 personas sufren un infarto de miocardio cada año, 33.000 fallecen antes de llegar al Centro de Salud, y 130.000 son víctimas de un ictus. Esto supone cerca de 70.000 fallecimientos. Anoche mismo falleció Terele Pávez, actriz, a los 78 años, de un ictus que le ha robado unos 7 años de vida.

 En el 40% de los casos de ictus, las secuelas producen una incapacidad grave. Pensemos lo que supone esto para la vida de la pareja y cómo cambia el día a día de toda la familia. Todos conocemos casos, por desgracia, de personas cada vez más jóvenes, cuyas consecuencias repercuten de manera definitiva para el resto de sus vidas.

 Antonio Banderas habla en El PAIS de lo que le ocurrió en enero: “Sufrí un ataque al corazón el 26 de enero, pero tuve mucha suerte, fue benigno y no ha dejado daños". "Me sometí a una intervención en la que se me implantaron tres stents en las arterias coronarias”.
Imagino que dice que su infarto fue benigno porque no lo mató. También reconoció que se está replanteando muchas cosas, o sea, cambiar sus hábitos de vida tal y como le han aconsejado sus médicos de Ginebra. Por cierto, no me parece correcto que los medios de comunicación hablen de "pequeño susto" al hecho de sufrir un infarto, a lo mejor es pequeño porque uno no es consciente de lo que le ha ocurrido 

 Reducir el número de fallecidos o la gravedad de estos eventos es muy sencillo, la dificultad está en que la población aprenda a hacerlo, mejor dicho, que le lleguen correctamente las recomendaciones dietéticas y de estilo de vida, para poder lograrlo.

 Antes de explicar cómo podemos, con cambios en nuestra dieta diaria, reducir el riesgo de sufrir ictus e infartos,  voy a dar algún dato más sobre la evolución de estas enfermedades.

 El más importante es que es un  proceso muy lento que no suele dar señales de alerta, porque no produce dolor ni ningún otro síntoma hasta que se produce el desenlace final. A partir de los 40 años empiezan a darse casos, los cuales se van incrementando a medida que aumenta la edad.

 Difícilmente pueden producirse antes de los 40 años, ya que es un proceso, como digo, lento y muy complejo. Participan muchos factores y al final se obstruye parcial o totalmente el flujo sanguíneo por la llamada placa de ateroma.

 En la imagen está coloreada en amarillo dicha placa. Además, la placa de ateroma puede romperse con facilidad, provocando desprendimientos que obstruyen o rompen  los vasos en zonas alejadas.

 Evidentemente,  las consecuencias de este proceso no se reduce a los infartos y los ictus nombrados en el título, van a producir alteraciones de la salud muy variadas. Por poner un ejemplo, la causa más común de la disfunción eréctil en hombres mayores de 40 años es ésta.
Los factores que clásicamente se han considerado responsables de los infartos y los ictus son la hipertensión arterial, el colesterol alto, el tabaco, la obesidad, el sedentarismo y la edad avanzada entre otros, sin embargo, en los próximos textos que publicaré, especificaré las verdaderas alteraciones bioquímicas que deben evitarse (o pueden mejorarse) mediante la dieta. También introduciré el papel que juega la genética en todo esto. En España, de 1,5 a 2 millones de hombres, entre 25 y 70 años, sufre disfunción eréctil, y la causa es, entre el 60 y el 80 %, vascular.

 Los factores que clásicamente se han considerado responsables de los infartos y los ictus son la hipertensión arterial, el colesterol alto, el tabaco, la obesidad, el sedentarismo y la edad avanzada entre otros, sin embargo, en los próximos textos que publicaré, especificaré las verdaderas alteraciones bioquímicas que deben evitarse (o pueden mejorarse) mediante la dieta. También introduciré el papel que juega la genética en todo esto.